Si no fuera por ti,
porque veo llama
clara en tu mirada,
moriría lentamente
en cada bala
disparada;
si no fuera por ti,
y esa mirada,
estaría sepultada
desde tiempo
mi esperanza.
Pero estás, estás
para quedarte,
estrechándome con
fuerza
desde el miedo,
estás en cada uno
de mis versos;
tu infancia tierna
y tus labios prietos
me salvan de morir
en el intento,
creando nuevas
fuerzas para amarte.
Cuando tú me
abrazas,
pequeño Maurice, no
me abrazas solo,
me abraza la fuerza
de la vida,
me abrazan las ganas
de seguir
haciendo lo que
hago.
Tu abrazo es eterno.
…
Cuando la sangre de
infancia
riega los campos,
la tierra llora
charcos
de injusticia,
y los perros
beben...
Por el desarme real,
por el fin de la
militarización
de nuestros niños,
por la libertad de
la infancia.
Stop al dolor. Stop
a las armas.
STOP AFRICOM.
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